¡Adiós a Mickey!

En Desayuno en Tifanny´s (1961), el personaje que interpreta Audrey Hepburn tiene un irascible vecino japonés a quien siempre recurre cuando olvida las llaves del edificio en el que ambos viven. Ese señor Yunioshi fue interpretado por Mickey Rooney, un veterano y popular actor de Hollywood que falleció el domingo 6 de abril, a los 93 años.

Como es apenas natural el cine se va quedando lentamente sin sus personajes legendarios, los que fundaron el mito de esta industria y este arte. Mickey Rooney es un buen ejemplo de esos seres, sobre todo porque pese a su edad seguía activo y dejó un legado de más de 150 filmes, en una carrera que empezó a los seis años en el cortometraje Not to Be Trusted (1926), aún en el cine mudo, y se prolongó durante más de ocho décadas. Su momento de gloria lo vivió como actor juvenil con A Family Affair (1937), que lo presentaría al mundo en el papel de Andy Hardy, el hijo de un juez. Las aventuras de esa familia se constituyeron en una de las series cinematográficas más populares de la historia, con quince filmes realizados a lo largo de veintiún años.

Entre 1939 y 1942 fue el actor más taquillero del cine. Es más, recibió un Óscar como mejor actor juvenil en 1939. Es la época de Babes in Arms (1939), película que haría junto a la actriz y cantante Judy Garland, en una asociación que los vería juntos además en Strike Up the Band (1940), Babes on Broadway (1941) y Girl Crazy (1943). Los cuatro filmes fueron dirigidos por el coreógrafo Busby Berkeley, uno de los más talentosos artistas del celuloide. El 18 de marzo de 1940 Mickey aparece en la portada de la revista Time y en sus páginas interiores se habla de “una historia de éxito”. El sol brillaba para él. ¡En 1942 se casó nada menos que con Ava Gardner, bella entre las bellas!

Pero tras la Segunda Guerra Mundial las cosas fueron diferentes. Pasar de actor juvenil a adulto no fue nada fácil, estaba encasillado y el público se resistía al cambio. Ensayó en la televisión a mediados de los años cincuenta con un seriado; y en el cine solo The Bold and the Brave (1956) le dio satisfacciones. Empezó a aparecer cada vez con más frecuencia en la pequeña pantalla, pero nunca dejó el cine ni dejó de estar enamorado: no por nada se casó ocho veces. Adiós Mickey, siempre te recordaremos.

Publicado en la columna “Séptimo arte” del periódico El Tiempo (Bogotá, 13/04/14). Pág. 11 (sección Debes Hacer).
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