Amor de padre: On the Rocks, de Sofia Coppola

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El octavo largometraje de Sofia Coppola, realizado por A24 para Apple TV, es On the Rocks (2020), un drama con tintes graciosos sobre una mujer, Laura (interpretada por Rashida Jones), que pasa una crisis de la mediana edad: un bloqueo creativo en su carrera literaria, dos hijas menores de edad que atender y un matrimonio plagado de sospechas. Todo confluye para llenarla de cansancio, ansiedad e inseguridad. Verla acostada en su cama, boca arriba, desecha tras terminar sus labores con las niñas, es un símbolo de ese momento en que una mujer se pregunta que ha sido de sus sueños y que tanto se parece la realidad que vive a lo que ella supuso que sería tener un hogar, uno que -por cierto- parece estar resquebrajándose.

On the Rocks (2020)

Ahora entra Felix, su padre. Realmente quien entra es Bill Murray y eso ya cambia las expectativas que uno pueda tener sobre este filme. Murray no es un actor, es un icono. Sofia Coppola lo incluyó como protagonista de Perdidos en Tokio (Lost in Translation, 2003) y eso hizo que esa película fuera así de peculiar y de recordada. Hay actores que parecen estar siempre interpretándose a sí mismos (que es diferente a interpretar el mismo rol a toda hora) y si cuentan con un director con la sensibilidad para entenderlo –piensen en Wes Anderson en este caso particular- van a aportar cercanía y complicidad a la película en la que aparezcan, pues eso es exactamente lo que despiertan en el público. Bill Murray posee unas cualidades etéreas –fue un cazafantasmas- que lo ponen por encima del bien y del mal y lo hacen absolutamente disfrutable.

On the Rocks (2020)

En este caso Felix –sin dejar de ser Bill Murray ni un segundo- es un padre divorciado, dueño de una galería de arte y mercader de obras de arte, que ha vivido una vida sofisticada, llena de privilegios y mujeres. Es un conquistador y un seductor por naturaleza y los años no le han hecho perder esos “talentos” de cazador empedernido. Por supuesto ama a su hija Laura y está dispuesto a ayudarla, a su peculiar manera, a resolver sus conflictos. Sofia Coppola tiene claro que la fórmula -hombre maduro / mujer joven- de Perdidos en Tokio resultó infalible pero no quiere repetirse y por eso los hace padre e hija, incluso más cercanos en edad. El factor autobiográfico es fácil que resuene en cualquiera: esa pareja perfectamente podría ser Francis y Sofia, así ella insista que On the Rocks no está inspirada en su padre. ¿Pero quién podría tener un padre así de bon vivant, refinado y tan de mundo? Ella, para empezar.

On The Rocks (2020)

La disculpa para juntarlos es la sospecha que el marido de Laura, Dean (Marlon Wayans), le genera por su conducta. Laura recurre al mayor especialista en el tema que ella conozca: Felix, que –y esa parte es muy graciosa por lo paradójica- en vez de consolarla va a darle a ella todas las razones válidas por las que es posible que su marido esté teniendo una aventura. Créanme, no tiene mayor interés si ellos descubren que Dean es o no culpable de lo que se le acusa, como tampoco la investigación “detectivesca” que emprenden. Eso no tiene importancia alguna, es el MacGuffin del filme, la pista errónea. Lo importante es la interacción padre-hija, lo que comparten, lo que descubren del otro, la admiración arrobada de Laura al oírlo cantar, seguida del reproche que le hace por haber abandonado a su madre y por nunca asumir un rol adulto. Todo eso se mezcla sin que suene contradictorio, es simplemente la complejidad de lo que representa ser como somos, tan imperfectos, falibles y frágiles. Y tener la posibilidad de aceptarnos y de perdonar.

On the Rocks (2020)

Laura emerge de esta historia liberada de sus inseguridades. Lo que necesitaba era ese cara a cara con la figura paterna, enfrentar a ese hombre que tanto la ha amado, pero cuya sombra parece ser demasiado larga para ella. En un punto del filme Felix le regala un antiguo reloj suyo que ella siempre admiró. Es imposible no advertir como ella más tarde va quitárselo y a guardarlo. Agradecida siempre, pero al comando de su vida ahora.

Sofia Coppola hizo de On the Rocks un filme sutil, pero lleno de sentimiento; menos cínico que Somewhere (2010), que también reflexionó sobre una relación padre famoso-hija joven. Lo que ocurre es que ella no se vio reflejada en la hija adolescente que Elle Fanning representó en ese filme, en cambio en Laura sí. Y reconocerse en un personaje que alguien mismo escribe y dirige lo llena de autenticidad y le da sentido. ¿Qué más se le puede pedir a un personaje?

©Todos los textos de www.tiempodecine.co son de la autoría de Juan Carlos González A.

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