La titiritera irresistible: Amor y Amistad, de Whit Stillman

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Hay en The Last Days of Disco (1998), el tercer largometraje de Whit Stillman, un diálogo muy peculiar entre Charlotte y Alice, dos mujeres jóvenes que son compañeras de trabajo en una editorial neoyorquina. Ambas departen una noche en un club neoyorquino acompañadas de unos amigos, y Charlotte sugiere en público que Alice no quiere beber un coctel porque está tomando antibióticos para el tratamiento una enfermedad de trasmisión sexual. La joven se retira ofendida y más tarde Charlotte va a ofrecerle disculpas con estas palabras, que dejan atónita a Alicia:

“Por malo e inexcusable que haya sido lo que dije, creo que te darás cuenta que puede ser una manera de mejorar enormemente tu reputación con estos tipos. Serás más popular que nunca. Mira, la enfermedad no es tan mala, encontrarás en realidad aspectos positivos. ¿Sabes esa cosa de “informa a tus novios anteriores”? Es en verdad una manera perfecta para volver a estar en contacto con hombres que te han gustado pero cuyo rastro has perdido. En mi propia experiencia, lleva a renovar la relación con tipos que hayan durado poco y eran realmente dulces”.

La carga de ironía y el cinismo de las palabras de Charlotte se hace mayor porque ella está creyendo sinceramente en lo que dice. Esa es su forma de expresarse, esa es su línea de pensamiento. Recordé este parlamento de The Last Days of Disco porque el quinto largometraje de Whit Stillman, Amor y amistad (Love & Friendship, 2016), está protagonizado por Lady Susan Vernon, una joven viuda con la misma capacidad de sarcasmo, frialdad e ingenio a la hora de hablar. El hecho que tanto Charlotte como Susan sean interpretadas por la misma actriz, la londinense Kate Beckinsale, acrecienta la semejanza entre ambos personajes, así estén separados por un siglo de diferencia, pues mientras Charlotte habita la Nueva York de inicios de los años ochenta del siglo XX, Susan vive en la Inglaterra de principios del siglo XIX.

Chloë Sevigny y Kate Beckinsale en Amor y amistad (Love & Friendship, 2016)

Chloë Sevigny y Kate Beckinsale en Amor y amistad (Love & Friendship, 2016)

Hay que añadir un detalle nada menor: Susan tiene una buena amiga y confidente llamada Alicia, de origen norteamericano. A Alicia y Alice de The Last Days of Disco también les da vida la misma actriz, Chloë Sevigny. La coincidencia de nombres y de actrices no es aleatoria: se nota que Whit Stillman quería que los espectadores habituales de su cine sintieran que pisaban terreno conocido, pues el reto de Stillman con Amor y amistad era grande: adaptar con éxito una novela de Jane Austen y él hasta ahora no había hecho cine de época.

Austen se ha convertido en fuente inagotable de adaptaciones para el cine, casi al punto de convertirse en un subgénero dramático en sí mismo, de ahí que había que ser inteligente como para no caer en lugares comunes y poder ser –si cabe- original. Stillman tomó como base una novela epistolar de Austen, Lady Susan, publicada en 1871 de manera póstuma y que probablemente fue escrita en 1794, en la juventud de la autora. El director y guionista toma las 41 cartas que componen el libro y las convierte en una narración lineal, al que bautiza con el título de Love & Friendship que en realidad es el nombre de un relato –también epistolar- que Austen escribió en su adolescencia.

 Amor y amistad (Love & Friendship, 2016)

Amor y amistad (Love & Friendship, 2016)

Amor y amistad nos describe los andares de Lady Susan Vernon, una joven y hermosa viuda que desea conquistar un nuevo marido para ella y otro para su hija adolescente, Frederica. Susan vive bajo sus propias reglas morales, lo que le permite seducir a maridos ajenos, a jóvenes herederos y a millonarios atolondrados, a los que hipnotiza sin dificultad. Sus maquinaciones están ejecutadas con frialdad, buscando siempre su propio placer y haciendo que todo confabule a su favor. Es una titiritera irresistible y ella lo sabe. Su estrategia está fundamentada en el mantenimiento de las apariencias, un requisito social imprescindible e inquebrantable en esos momentos, así su reputación de depredadora la preceda. Con la apariencia intacta de dignidad y de recato lo que sigue es subvertirla gracias al lenguaje. Las palabras de Susan, aunque en la superficie sean las de una dama, son en realidad un instrumento corto punzante de una agudeza solo similar a las de la Marquise de Merteuil en Las relaciones peligrosas de Choderlos de Laclos, texto que Stephen Frears llevó a la pantalla en 1988 y que tiene muchos puntos en común con este filme.

 Amor y amistad (Love & Friendship, 2016)

Amor y amistad (Love & Friendship, 2016)

Whit Stillman, un experto en poner a dialogar a sus personajes, dota a Susan de una singular habilidad para las metáforas, los juegos de palabras, el doble sentido y el humor negro que hacen de este filme una deliciosa y muy divertida experiencia. La crítica a la hipocresía social de la época, en la que todos eran de una formalidad casi inverosímil que disimulaba (mal) las bajas pasiones, el egoísmo y el inconformismo marital, se trasforma aquí en una comedia chispeante. Es obvio que Austen es la autora del texto original, pero el mérito de Stillman está en convertir esas palabras en parlamentos que encajan perfectamente con los de su cine previo. Es Austen bajo el filtro de un verdadero autor cinematográfico que quiere hacer suyo ese relato. Incluso Stillman publicó una “novelización” a partir del guion, llamada Love & Friendship. In Which Jane Austen’s Lady Susan Vernon Is Entirely Vindicated, narrada desde el punto de vista de un sobrino político de Susan.

Amor y amistad está llena de agudeza, finísimo humor británico y unos detalles formales no diegéticos (por ejemplo frases escritas sobre la pantalla) que hablan del cuidado que se le ha dado a esta coproducción entre Irlanda, Francia y Holanda. Cine independiente y fuera de Hollywood que deleita gracias a su calidad visual e ingenio verbal. Una maravillosa película de un director que hace poco cine, que se toma su tiempo para observar, para observarnos, y luego plasmar eso que ha visto y escuchado en unos filmes hechos para ser admirados. Y en este caso particular, además, para ser plenamente disfrutado.

©Todos los textos de www.tiempodecine.co son de la autoría de Juan Carlos González A.

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