Clouzot en N.Y.
A partir de hoy y hasta el 24 de diciembre, el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) presenta una completa retrospectiva de la obra del director francés Henri-Georges Clouzot (1907-1977), organizada por Joshua Siegel, curador asociado del Departamento de cine del museo, y Haden Guest, Director del archivo fílmico de Harvard, con el apoyo de la embajada de Francia en los Estados Unidos.
Sirva la exhibición como disculpa para volver de nuevo los ojos sobre Clouzot, uno de los directores más inquietantes e inclasificables del cine francés, un hombre que hizo de las debilidades humanas el centro de una filmografía arriesgada en su capacidad de denunciar nuestra fragilidad y en su proclividad a golpear al espectador en sus flancos más débiles.
Sus habilidades como escritor hicieron que fuera contratado para elaborar y traducir guiones en Alemania durante los años treinta. Ahí vio trabajar a F. W. Murnau y a Fritz Lang, autores que sin duda iban a influenciarlo. Tras regresar a Francia y padecer durante un lustro de una tuberculosis, Clouzot encuentra trabajo como guionista para los nazis.
En octubre de 1940 el Ministerio de propaganda alemán fundó en Francia la productora Continental-Films, creada para reemplazar la producción de Hollywood. Con ellos debuta como director realizando El asesino vive en el 21 (1942) y al año siguiente la virulenta El cuervo. Una vez liberado el país, el haber sido colaboracionista le valió ser juzgado y condenado a no poder filmar de por vida, castigo que fue conmutado por una suspensión de dos años.
Regresó a las pantallas en 1947 con éxitos como En legítima defensa y Manon –donde habla de la época de la ocupación. Triunfaría en Cannes con El salario del miedo (1953) y se ganaría dos años después el apelativo del “Hitchcock francés” con Las diabólicas, quizá su filme más recordado e imitado. Su único documental es una joya, El misterio Picasso, que nos permitió ver al maestro de Málaga en el acto de crear. En 1960 hace La verdad, que hace 50 años fue prohibida por la junta nacional de censura en Colombia.
La muestra del Moma incluye El Infierno de Henri-Georges Clouzot (2010), de Serge Bromberg y Ruxandra Medrea, un documental sobre su único proyecto inacabado, El infierno, que Chabrol -uno de sus discípulos- terminaría rodando.
Cobardía, mentira, codicia, doble moral y traición constituyeron los ingredientes de sus películas. De ahí el sabor amargo de su cine, hábil recordatorio de la flaqueza de la condición humana.
Publicado en el periódico El Tiempo (Bogotá, 08/12/11). Pág. 18
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