El artista de la familia: The Meyerowitz Stories (New and Selected), de Noah Baumbach
Noah Baumbach es uno de los directores más sensibles de la generación norteamericana del 69 (en la que están Wes Anderson y Spike Jonze). Su aproximación a la comedia y la manera en que la intersecta sin solución de continuidad con el drama es muy lograda y lo aproxima (y lo hace continuador) a la obra del mejor Woody Allen. Lo de Baumbach es la comedia humana en su mejor expresión.
Con la financiación de Netflix realizó The Meyerowitz Stories (New and Selected), un drama familiar sobre el reencuentro de tres hijos alrededor de un padre enfermo. El patriarca, Harold Meyerowitz (Dustin Hoffman), es un escultor en el ocaso de su vida, muchas veces casado y divorciado, que vive junto a su más reciente esposa, Maureen (Emma Thompson). A su casa se pasa a vivir Danny (Adam Sandler), recientemente divorciado, sin trabajo estable y con una hija, Eliza, que acaba de entrar a la universidad a estudiar cine.
Hay en el filme una pregunta constante respecto al arte como forma válida de ganarse el sustento. Danny es músico, pero ya su exitoso padre es el artista de la familia. Danny es cuestionado -y se cuestiona- si su vida dedicada a la música no ha sido un fracaso, sobre todo porque uno de sus hermanos, Matthew (Ben Stiller), es el de admirar, el ejemplo a mostrar, el hombre que triunfó en los negocios como contador. Jean (Elizabeth Marvel), la hermana menor, es la que menos atención recibió de su egocéntrico progenitor y eso se nota en su pasividad, en su existencia gris.
Harold es todo un personaje, delineado por Baumbach con especial deleite, es el artista con una altísima idea de sí mismo, egoísta y ególatra, condiciones que se han acrecentado con una vejez que él no admite que sea una de las causas para que su obra escultórica ya no se mencione. Harold exige aún los privilegios de una fama ya oxidada, pero de la cual sus hijos son conscientes que existió y que se basó en una obra que ellos quieren preservar y dar a conocer mediante una exposición colectiva.
La súbita enfermedad del padre reúne a todos alrededor suyo. No hay realmente un nudo dramático diferente al de confrontarse cada uno consigo mismo frente a la realización de sus planes de vida –afectados por la atención o falta de ella que recibieron de Harold- y el efecto que la posible muerte de su padre tenga sobre su existir. No hay malos ni buenos, hay seres humanos falibles, irredentos y neuróticos, que defienden lo que consideran suyo. Baumbach los rodea de situaciones entre graciosas, absurdas y patéticas, pero se las arregla para que el histrionismo de Sandler & Stiller no vaya a arruinar un filme concebido de manera precisa y que, curiosamente, funciona como un diálogo de sordos, donde todos quieren ser escuchados, pero no oír las necesidades de los demás.
Dividida en capítulos según se centre en cada uno de los personajes, The Meyerowitz Stories (New and Selected) es una mirada compasiva a una familia tan imperfecta como la de cualquiera de nosotros y por eso digna de una nueva oportunidad. Y de un abrazo.
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