El siglo de Welles
En la portada de la revista Time del 9 de mayo de 1938 aparece George Orson Welles encarnando al Capitán Shotover en la producción que su Mercury Theater estaba haciendo de Heartbreak House de George Bernard Shaw. El “chico maravilloso” titula la revista su reportaje sobre Welles y la transfusión de nueva energía que le estaba dando al teatro norteamericano. Acababa de cumplir 23 años cuando ya estaba en la carátula de Time haciendo gala de su fabuloso talento.
No se habla de cine en el texto porque sencillamente a esas alturas Orson Welles aún no había dirigido ninguna película. Su radar estaba sobre el teatro y la radio, y en ambos medios se expresaría con fulgor. Para 1941, ya en Hollywood, estrenaría Ciudadano Kane, un debut como pocos en este arte. “Welles ha inventado el cine moderno”, expresaba Jorge Luis Borges admirando una obra radical, arriesgada y escandalosa que lo haría entrar de cabeza a la historia del cine, pero que lo convertiría en un personaje difícil e incomodo para la industria, un actor y director rebelde que buscó siempre la expresión personal en su obra y por ende era incapaz de ponerse de rodillas frente a unos productores que en su miopía no veían que frente a sí tenían a un genio urgido de recursos.
Su obra fue mutilada, remontada, estrenada sin difusión y archivada sin compasión en el último anaquel de los estudios en los que trabajó. Se fue de Estados Unidos buscando en Europa la libertad que le negaban y tampoco pudo hallar allá esa paz que necesitaba, pese a que obras como Otelo (1952) y El proceso (1962) demuestran lo que era capaz de hacer cuando le permitían desplegar sus alas artísticas. Sin embargo fueron más los proyectos inconclusos y frustrados que acumuló que los filmes que pudo hacer conservando la integridad de su visión. La suya fue la trayectoria de un meteorito entrando a la Tierra: resplandeciente, pero fugaz y en curso de colisión.
El pasado 6 de mayo se conmemoró un siglo del nacimiento de Orson Welles y en octubre se cumplirán treinta años de su fallecimiento. Dos efemérides que hacen del 2015 el año Welles, la oportunidad perfecta para redescubrirlo, para maravillarse con su asombroso cine y para recordar –son sus palabras- que un director de cine es “el hombre que sabe dominar las catástrofes”.
Publicado en la columna “Séptimo arte” del periódico El Tiempo (Bogotá, 10/0515). Pág. 4, sección “Debes hacer”.
©Casa Editorial El Tiempo, 2015
Orson Welles bajándose de un taxi para asistir al estreno de Ciudadano Kane
