La verdad de cada uno: El último duelo, de Ridley Scott

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La última vez que Matt Damon y Ben Affleck escribieron juntos un guion fue en 1997 y por él ganaron el premio Óscar al mejor guion original. La película se llamó En busca del destino (Good Will Hunting) y la dirigió Gus van Sant, dándole confianza a un par de escritores y actores semi novatos. El tiempo pasó, cada uno ha hecho individualmente una carrera sólida en Hollywood, y ahora vuelven a unirse como guionistas, productores y coprotagonistas de El último duelo (The Last Duel, 2021), que aunque venga con la firma del veterano Ridley Scott, es un proyecto muy cercano a los afectos e intereses de este par de colegas y amigos.

El último duelo (The Last Duel, 2021)

La película, ambientada en la Francia del siglo XIV, se basa en el libro The Last Duel: A True Story of Trial by Combat in Medieval France, publicado por Eric Jager -crítico literario y especialista en historia medieval- en 2004. Es el relato del último duelo judicial por honor que se llevó a cabo en Francia, librado entre el Sir Jean de Carrouges y el escudero Jacques Le Gris, acusado este último de haber violado a Marguerite de Carrouges, esposa del caballero. A partir de ese material, Damon & Affleck escribieron el guion, que contó con la guionista Nicole Holofcener para escribir la perspectiva de Marguerite, pues este relato se desenvuelve mostrándonos “la versión” de lo sucedido acorde a cada uno de los tres implicados, un recurso muy antiguo del cine, que tiene en Rashomon (1950) de Akira Kurosawa, a su antecedente más notable.

El último duelo (The Last Duel, 2021)

El último duelo es absolutamente explicita en su descripción de lo violentas que eran las batallas entre ejércitos rivales en esa época. No hay sublimación alguna para unos combates cuerpo a cuerpo librados con lanzas, hachas, flechas, dagas, mazos y que no tenían nada de elegante, glamuroso o coreografiado. Acá la sangre brota copiosa de unas heridas necesariamente mortales, provocadas con intensa ira. Y eso lo muestra Scott con una cámara que nos pone ahí con los soldados, entre el barro, la nieve y los muertos. En eso la película es verista al extremo, usando a su favor unos efectos especiales que en su transparencia dejan a su vez ver su solidez.

El último duelo (The Last Duel, 2021)

Pero estos momentos de batalla, que no son pocos, e incluyen el mencionado duelo entre ambos contendores, son superados por el dispositivo narrativo del filme, que decidió contarnos tres veces los hechos que describen la amistad entre Jean de Carrouges (Matt Damon) y Jacques Le Gris (Adam Driver), su colegaje, sus caminos divergentes, su destino dentro de la corte del rey Carlos VI, y los hechos que llevaron a la presunta violación de Marguerite de Carrouges (la actriz inglesa Jodie Comer, nacida en 1993). Cada una de las veces se añade información nueva al relato, y a su vez este sufre unos cambios sutiles, pues cada una de las narraciones tiene el punto de vista de Jean, Jacques o Marguerite y cómo ellos entienden e interpretan lo que ocurrió. Este estilo es muy enriquecedor, pero a la vez puede volverse fatigoso para el espectador que solo vea una repetición continua de unos eventos que cree haber presenciado ya. Por eso se requiere un público que sepa apreciar los cambios que la narración ofrece, parecidos a cuando tres personas cuentan cada uno un mismo suceso que les ocurrió. Nunca es exactamente igual.

El último duelo (The Last Duel, 2021)

Confieso que para mí fue sorpresivo que El último duelo ofreciera una mirada sobre el placer femenino y su supuesta importancia en la concepción, algo que supuse obra de los guionistas. En realidad desde esa época oscurantista se manejaba la teoría de la necesidad del orgasmo femenino para asegurar la concepción –requisito indispensable para cumplir las funciones conyugales que se esperaban de una mujer- un recurso de doble filo, pues si una mujer era violada y por eso quedaba embarazada, se daba por hecho que esa violación había sido un acto consensuado y no punible, pues era imposible que una mujer sometida a la fuerza sintiera placer y por ende concibiera un hijo. Además sobre ese tipo de actos operaba una “ley del silencio” muy protuberante, pues era posible que una mujer que denunciara algo así, fuera en realidad acusada de haber seducido al violador y condenada a muerte o asesinada a manos de su esposo.

El último duelo (The Last Duel, 2021)

Por todo lo mencionado, esta película es ante todo la historia de una mujer lo suficientemente valerosa y decidida como para –en esa época y en esas circunstancias- denunciar públicamente que fue víctima de una violación y poner en marcha una maquinaria de justicia que parecía disponer todos los argumentos no a su favor, sino en su contra, dejando incluso en manos de Dios la decisión final sobre su suerte. En esto El último duelo ofrece una  mirada feminista –sin condescendencias- sobre unos eventos históricos que esta película ha ayudado a difundir. Cierto aliento a corrección política puede haberse filtrado en esa mirada, pero sí esto ocurrió, lo hace resaltando unos hechos ampliamente conocidos por la historia de Francia y que a estas alturas no tienen ambigüedad alguna.

El último duelo (The Last Duel, 2021)

Apoyado en excelentes actuaciones –Jodie Comer es un magnifico descubrimiento- Ridley Scott apela a su oficio para ofrecernos un relato tenso, un enorme lienzo de guerra realzado, paradójicamente, por los pequeños detalles, por unos primeros planos de gestos mínimos, por la interpretación que cada uno de los protagonistas da a una mirada, a un beso, a unas palabras susurradas, a un escote, a una negativa. La perspectiva de los demás termina también por definirnos, pero en últimas la verdad –esa que va a prevalecer- solo yace en el interior de cada quien.

©Todos los textos de www.tiempodecine.co son de la autoría de Juan Carlos González A.    –  Instagram: @tiempodecine

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