El último héroe americano: Richard C. Sarafian y Vanishing Point

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Al final de los créditos de la película Death Proof (2007) su director, Quentin Tarantino, hace una lista de personas a las que quiere agradecer. Están ahí referencias apenas obvias como Roger Corman, Russ Meyer, Darío Argento, Sam Peckinpah y un nombre sin duda menos conocido, el de Richard C. Sarafian, el director de una película estrenada en enero de 1971 y que se considera ya mítica, llamada Vanishing Point. En Death Proof son varias las referencias a ese filme, incluyendo al famoso automóvil que la caracteriza, un Dodge Challenger blanco modelo 1970.

Sarafian nació en Nueva York en 1930, de padres inmigrantes armenios, y su carrera tuvo un inicio auspicioso como director de series de televisión en los años sesenta, gracias a su amigo y cuñado Robert Altman, con quien, sin embargo, terminaría distanciándose al dar el paso a la dirección de largometrajes. El quinto de ellos fue Vanishing Point, que contó con un guion escrito por el escritor y crítico cubano Guillermo Cabrera Infante, bajo el seudónimo de Guillermo Caín.

Auténtica representante de ese “nuevo Hollywood” que declaraba el colapso del modelo de los grandes estudios y la llegada de los jóvenes talentos independientes, la película es reflejo de esa notoria contracultura que filmes como Easy Rider (1969) o Two-Lane Blacktop (1971) también mostraron. La historia de un veterano de Vietnam, expolicía y excorredor de motos y carros de carrera apellidado Kowalski (interpretado por Barry Newman) que hace una apuesta para llevar un Dodge de Denver a San Francisco en quince horas, pasando por encima de todas las normas de tránsito y siendo por esto asediado por la policía de cuatro estados, fue interpretada como una válvula de escape generacional, llena de velocidad, adrenalina y misticismo. En el viaje aparentemente sin sentido de Kowalski –el último héroe americano, como lo bautizan en el filme- se identificaron todos esos jóvenes que no veían rumbo a su vida en esos momentos de agitación social, política, sexual y cultural.

Vista hoy Vanishing Point sigue siendo intensamente cautivadora en su mezcla de acción y existencialismo. Sarafian, que no logró otro éxito semejante en su carrera, falleció el pasado 18 de septiembre, a los 83 años. Los motivos para evocarlo hoy los acaban ustedes de leer.

Publicado en la columna “Séptimo arte” del periódico El Tiempo (Bogotá, 26/09/13). Pág. 16
©Casa Editorial El Tiempo, 2013

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