Los pasos no recobrados: No te preocupes, no irá lejos, de Gus Van Sant

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La autobiografia del caricaturista norteamericano John Callahan se titula “Don’t worry, he won’t get far on foot: the autobiography of a dangerous man” y fue publicada en 1989. Robin Williams adquirió los derechos para su adaptación al cine, contando con la participación activa de Callahan y la vinculación de Gus Van Sant para dirigir el futuro filme. Desde 1997 el proyecto venía gestándose, incluso se hizo un guion para el lucimiento de Williams, pero otras prioridades se impusieron y la película sobre la vida del caricaturista se hizo a un lado.

Callahan murió en 2010 a los 59 años y Robin Williams en 2014, pero sin embargo el proyecto volvió a caer en manos de Van Sant, quien decidió reactivarlo, elaboró un nuevo guion junto a Jack Gibson y William Andrew Eatman, y puso a Joaquin Phoenix en el rol protagónico. El resultado es No te preocupes, no irá lejos (Don’t Worry, He Won’t Get Far on Foot, 2018), la biopic sobre John Callahan que ya nadie estaba esperando, pero que para Van Sant se antojaba un acto de justicia con los fallecidos y de ponerse al día con sí mismo.

No te preocupes, no irá lejos (Don’t Worry, He Won’t Get Far on Foot, 2018)

Curioso personaje fue este Callahan: abandonado por su madre en un hospital al nacer y dado en adopción, creció para volverse alcohólico y en ese estado sufrir un accidente de tránsito y quedar cuadripléjico a los 21 años de edad. Así nos lo presenta Van Sant, como un hombre en silla de ruedas que bebe y a quien no les es posible descender más en su degradación personal. Emprenderá el largo y complejo camino de la rehabilitación y la desintoxicación, para encontrar en el dibujo y la caricatura su propia redención.

Van Sant ha hecho una película correcta sobre un ser humano políticamente incorrecto, pues Callahan fue un caricaturista feroz a la hora de escoger los temas de que mofarse: la religión, el KKK, el feminismo, los negros, la discapacidad, la homosexualidad, los vicios, la imperfección humana en todas sus formas. Si hubiera trabajado en este siglo hubiera sido crucificado hace rato por misógino y por burlarse de las minorías. Pero en los años setenta y ochenta del siglo XX, cuando trabajó, el hecho de ser un hombre discapacitado hizo que se sintiera con licencia para atropellar y quizá su abordaje caustico fue mejor tolerado por eso mismo.

No te preocupes, no irá lejos (Don’t Worry, He Won’t Get Far on Foot, 2018)

No te preocupes, no irá lejos va adelante y a atrás en el tiempo con comodidad (Van Sant fue uno de los montajistas), y teniendo dos rehabilitaciones que abordar -la física y la del alcoholismo- opta por la última, descrita como un largo proceso de aceptación del problema y de entrega ferviente a un poder superior en quien apoyarse (parte de los 12 pasos de Alcohólicos Anónimos). Cahallan los asume con escepticismo pero lentamente y mediante unas epifanías subrayadas y unos personajes secundarios peculiares (atención a a Jonah Hill) encontrará paz.

Se echa de menos al Van Sant transgresor de otras veces. Este es franco a la hora de describir la ruina humana de Callahan, pero demasiado pulcro al momento de enfrentarse al personaje, un hombre contradictorio y difícil, muy golpeado por el pasado y con un presente oscuro en el que logró encontrar una luz que no todos ven.

©Todos los textos de www.tiempodecine.co son de la autoría de Juan Carlos González A.

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