Ojo por ojo…: En un mundo mejor, de Susanne Bier

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Previamente he destacado las bondades del cine de Susanne Bier, la directora danesa que este año obtuvo el Oscar a la mejor película extranjera por En un mundo mejor (Hævnen, 2010). Esta realizadora de 51 años tiene un notable instinto para el drama, logrando confeccionar historias conmovedoras y emotivas, donde el azar y las casualidades echan a rodar relatos que bordean la manipulación y la truculencia, pero que por lo general salen a flote y triunfan, apoyados en la intensidad emocional de su propuesta narrativa, en el buen trabajo de sus actores y en una preciosista puesta en escena.

En un mundo mejor es otro de estos relatos suyos, tan eficaces como graves y tensos. El título original danés traduce “Venganza” y en esa palabra se resume esta historia de resentimiento, ira, dolor y reproches, que vincula a dos familias, cada una con un hijo de doce años, compañeros de curso en la escuela. Elías es de origen sueco y es víctima del matoneo y las burlas de los estudiantes. Christian acaba de perder a su madre y tras los funerales se va a vivir con su padre. Coincide con Elías en el salón de clases y presencia como abusan de él. Christian –en el que germinan rasgos psicopáticos- decide hace justicia.

La película muestra la permanente oposición entre la venganza y el perdón. Christian es el intolerante ángel vengador que no tolera debilidades ni balbuceos. Antón –el padre de Elías- representa el perdón, el idealismo, la justicia ciega. Es médico, trabaja en África y cura tanto a las mujeres abusadas, como al criminal que las victimiza. Quiere darles una lección de tolerancia a ambos muchachos, pero termina reforzando aun más las ideas de revancha de Christian, tan nostálgico por la madre fallecida como lleno de resentimientos hacia su padre. El dolor y la tensión interna que siente lo llevan a portarse erráticamente y a generar una ola de violencia que termina saliéndose de control.

Esta historia tiene otra protagonista más: la muerte. Antón trata de evitársela a sus pacientes a sabiendas que tarde o temprano ella triunfará; a Christian se le llevó a su progenitora y cree además habérsela causado a alguien cercano. Por eso no ve otro camino que dirigirse hacia ella. Separar ese velo que nos distancia de la muerte y entregarse. Quizá en el más allá encuentre ese “mundo mejor” del título en español: sin injusticias, ni maltrato, soledad, dolor o rabia. ¿Podrá concederse este único acto de debilidad? La directora Susanne Bier nos invita a descubrirlo.

Publicado en el periódico El Tiempo (Bogotá, 07/07/11). Pág. 16
©Casa Editorial El Tiempo, 2011

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