Talentos en la sombra: A 20 pasos de la fama, de Morgan Neville
Algunas de las cantantes norteamericanas más talentosas de los últimos cincuenta años han sido Darlene Love, Merry Clayton, Lisa Fischer, Claudia Lennear, Táta Vega o Judith Hill. Todos las hemos escuchado y hemos admirado sus voces, pero creo que ninguno es capaz de recordar sus nombres. Eso ocurre porque estas mujeres han desarrollado su carrera a la sombra, como las coristas (backup singers) de grandes artistas de la talla de Ray Charles, Frank Sinatra, Ike & Tina Turner, The Rolling Stones, David Bowie o Sting. Es la potente voz de Merry Clayton la que acompaña -y supera- a la de Mick Jagger en la grabación original de Gimme Shelter, Lisa Fischer es esa enérgica cantante que desde hace un par de décadas da apoyo vocal a los Stones en sus giras, mientras Judith Hill cantaba con Michael Jackson en sus conciertos.
Ellas son las protagonistas de A 20 pasos de la fama (Twenty Feet from Stardom, 2013), el documental del californiano Morgan Neville que este año ganó el premio Óscar en su categoría. El mayor mérito de este valioso filme es darle rostro y nombre a voces privilegiadas que han optado por dar un paso hacia atrás para dejar que sean otros los que brillen. Y no es que no se sientan con el talento suficiente: la mayoría de estas artistas han lanzado álbumes como solistas, pero no tuvieron la fortuna suficiente. Es más, Darlene Love fue incluida en el Hall de la fama del Rock & Roll en el 2011 y Lisa Fischer ganó el Grammy en 1992 a la mejor interpretación femenina de Rhythm and Blues.
El documental explora los motivos que han hecho que estas mujeres no hayan tenido el reconocimiento y él éxito que se merecen, “resignándose” a una carrera que no las va a convertir en estrellas. Y lo que A 20 pasos de la fama encuentra son significativas y aleccionadoras historias de vida, de personas que entendieron cuáles eran sus límites y el tamaño de sus oportunidades y que han encontrado su realización personal poniendo sus capacidades al servicio de los otros. La aceptación es lo que se ve en sus rostros.
El 2 de marzo Morgan Neville recibió el Óscar acompañado de Darlene Love, que frente a todos los asistentes al teatro Dolby cantó emocionada a todo pulmón. Entender su alegría era sencillo: ya no estaba a veinte pasos del estrellato, ya el micrófono era por fin suyo.
Publicado en la columna “Séptimo arte” del periódico El Tiempo (Bogotá, 27/04/14). Pág. 6 (sección Debes Hacer).
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